El almud, del árabe al-mudd, es una antigua unidad de medida para granos arraigada en México por influencia española, se trata de un cajón grueso ensamblado con madera, rebozado en los bordes superiores con una lámina que sirve para delimitar e indicar el enrasado, en muchos casos solo de madera.
Existen almudes de diversas dimensiones y capacidades, aquí hablaremos del que tiene una capacidad de 5 litros o 3.5 kilogramos de maíz desgranado y 4 kilogramos de frijol, aunque también suelen medirse semillas de calabaza de Castilla, habas, entre otros productos. Las dimensiones externas de este almud son de 24x24x14 centímetros y en su interior de 20x20x12.5 centímetros.
El almud sigue vigente en la compra-venta cotidiana de maíz entre vecinos de zonas rurales y en algunos mercados locales, incluso la capacidad de los chiquihuites es ofertada por los tejedores en número de almudes, también es común escuchar a las cocineras locales referirse al número de almudes de maíz que utilizarán para elaborar tortillas o tamales. Si bien pueden surgir inexactitudes, subsiste hasta nuestros días gracias a los usos y costumbres.
El almud ha tenido un uso lúdico entre niñas y niños campesinos, ha sido empleado como banquito y en cuanta forma dicte la necesidad o la imaginación. En Yucatán el almud se utiliza boca abajo para ejecutar una suerte de jarana denominada precisamente “Los Almudes”.
Los almudes son conservados por generaciones entre las familias que cultivan la milpa, así la vida útil de un almud puede ser parte de dos o tres generaciones. El almud ha resurgido como elemento decorativo vintage, recordándonos que ahí se medían los granos de maíz.
Fuente:Horticultora, foodie o comidista, investigadora cultural gastronómica y cronista de México para Slow Food internacional